Fracking: Conocer los 8 Efectos Secundarios Graves del Extracción de Hidrocarburos Subterráneos

Conozca las consecuencias ocultas del fracking

El fracking, también conocido como fractura hidráulica, es un método para extraer hidrocarburos subterráneos que ha generado controversia en todo el mundo. Aunque se presenta como una fuente de energía renovable y sostenible, el proceso de fracking tiene graves efectos secundarios que pueden afectar la salud humana y el medio ambiente. En este artículo, vamos a explorar 8 efectos secundarios graves del fracking que han sido documentados por científicos y expertos.

Contaminación del agua: el peor efecto secundario del fracking

El proceso de fractura hidráulica (fracking) es conocido por sus efectos negativos en el medio ambiente, y la contaminación del agua es uno de los más graves y preocupantes. La exposición a productos químicos tóxicos durante el fracking puede contaminar las aguas subterráneas y superficiales, lo que puede tener consecuencias devastadoras para la vida silvestre y humana.

El agua es un recurso escaso, y la extracción de agua para el fracking reduce la disponibilidad de este vital elemento. La contaminación del agua no solo afecta a las aguas subterráneas, sino también a los ríos, lagos y mares. Los productos químicos tóxicos utilizados en el fracking pueden filtrarse a través del suelo y llegar a la superficie, lo que puede contaminar la fuente de agua potable.

Además, la contaminación del agua no solo afecta a la vida silvestre, sino también a la salud humana. La exposición a productos químicos tóxicos durante el fracking puede causar problemas de salud graves, como cáncer, enfermedades respiratorias y problemas renales.

Escasez hídrica: la realidad detrás del fracking

El fracking está exacerbando la escasez hídrica en algunas regiones

El fracking es un proceso que requiere grandes cantidades de agua para su funcionamiento. Se estima que se necesitan aproximadamente 2,4 millones de litros de agua para extraer solo 1 millón de metros cúbicos de gas natural. Sin embargo, este agua no siempre regresa al medio ambiente después de ser utilizada.

La extracción de agua para el fracking reduce la disponibilidad de agua para otros usos, como el consumo humano y el riego de cultivos. Esto puede llevar a situaciones críticas en áreas donde la escasez de agua ya es un problema. Además, el fracking también puede contaminar las aguas subterráneas y superficiales, lo que puede afectar negativamente la calidad del agua disponible.

Graves secuelas en la salud: los peligros del fracking para la humanidad

El fracking un peligro oculto para la salud humana

El proceso de fractura hidráulica (fracking) no solo tiene un impacto devastador en el medio ambiente, sino que también puede generar graves consecuencias para la salud humana. La exposición a partículas tóxicas y químicos durante el fracking puede provocar una variedad de problemas de salud, incluyendo asma, dolores de cabeza, cáncer y otros trastornos respiratorios.

El radón, un gas radiactivo presente en los pozos de petróleo y gas, también es liberado durante el proceso de fracking. La exposición al radón puede aumentar significativamente el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón. Además, la inhalación de partículas de sílice utilizadas en el fracking puede causar irritación respiratoria y dificultades para respirar.

Un gas asesino (radón): el riesgo de cáncer asociado al fracking

El proceso de fractura hidráulica (fracking) no solo contamina el agua y produce escasez hídrica, sino que también libera un gas radiactivo llamado radón, conocido como «un gas asesino» debido a su capacidad para causar cáncer. La exposición al radón es la segunda causa mundial de cáncer de pulmón después del tabaquismo.

El radón se forma cuando el agua subterránea y los hidrocarburos naturales interactúan con las rocas y minerales durante el proceso de fracking. Este gas radiactivo puede acumularse en espacios cerrados, como casas y edificios, lo que aumenta el riesgo de exposición para las personas que viven o trabajan en esas áreas.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado sobre el peligro del radón y su relación con el cáncer de pulmón. Se estima que el 21% de los casos de cáncer de pulmón en Europa se deben a la exposición al radón. Además, estudios han demostrado que la exposición crónica al radón puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades respiratorias y cardiovasculares.

Partículas mortales: la inhalación de sílice y sus consecuencias

El fracking no solo contamina el agua ni provoca escasez hídrica, sino que también puede liberar partículas de sílice en el aire. Estas partículas son inhalables y pueden causar graves problemas respiratorios.

La exposición a sílice puede provocar irritación en los ojos, nariz y garganta, y en casos más graves, puede llevar a la formación de tumores en las vías respiratorias. Los trabajadores que se exponen a estas partículas en el lugar de trabajo pueden desarrollar enfermedades respiratorias crónicas, como asma y bronquitis.

Además, la inhalación de sílice también puede disminuir la capacidad pulmonar, lo que puede llevar a problemas respiratorios graves. En algunos casos, la exposición prolongada a sílice puede incluso causar fibrosis quística, una condición en la que los alveolos pulmonares se llenan de células fibrosas y pierden su capacidad para intercambiar oxígeno.

Terremotos: el impacto del fracking en la estabilidad geológica

El proceso de fractura hidráulica (fracking) no solo afecta a la capa freática y los ecosistemas, sino que también puede generar terremotos, lo que es un peligro grave para la seguridad pública. Los científicos han descubierto que el fracking puede liberar energía almacenada en las rocas profundas, lo que puede desencadenar movimientos sísmicos.

En algunos casos, los terremotos pueden ser leves y no causar daños significativos. Sin embargo, en otros casos, pueden ser muy potentes, generando daños estructurales y provocando pánico en la población. El problema es que es difícil o imposible predecir dónde ocurrirán los terremotos, lo que hace que sea un riesgo difícil de manejar.

Además, el fracking puede desencadenar una serie de fenómenos sísmicos, como la liberación de gas y líquidos en la superficie, lo que puede generar fuentes de energía no controladas. Esto puede llevar a situaciones críticas, como la ruptura de tuberías o la liberación de gases tóxicos.

Más efecto invernadero: el fracking como una amenaza para el clima

El fracking es un grave peligro climático

El fracking no solo es un peligro para el medio ambiente y la salud, sino también contribuye significativamente al cambio climático. La extracción de gas natural a través del fracking libera grandes cantidades de metano, un gas que es 28 veces más potente como gas invernadero que el dióxido de carbono en una escala de tiempo de 100 años.

La emisión de metano durante el proceso de fracking es significativamente mayor que la cantidad emitida por la producción tradicional de petróleo y gas. Además, el metano se descompone en CO2 cuando se libera en la atmósfera, lo que aumenta la concentración de gases invernadero y contribuye al calentamiento global.

Ganancias para muy pocos: ¿quién realmente beneficia con el fracking?

El fracking es un negocio que se ha convertido en una fuente de riqueza para algunas empresas y individuos, pero no para la mayoría de la población. La mayor parte del dinero generado por el fracking se concentra en manos de pocos inversores y ejecutivos. Los costos asociados con el proceso de fractura hidráulica, como la extracción de agua y los daños ambientales, son asumidos por la sociedad en general.

Además, los empleados del sector petrolero no reciben un salario justo y muchos de ellos trabajan en condiciones peligrosas. La explotación de recursos naturales para beneficio de pocos es un tema que ha generado controversia en todo el mundo. La lucha por la justicia social y ambiental es cada vez más importante, ya que la explotación de recursos naturales puede tener consecuencias devastadoras para el medio ambiente y la salud pública.

Conclusión

El fracking, una práctica común en la extracción de hidrocarburos subterráneos, ha demostrado tener graves efectos secundarios que ponen en peligro la salud y el medio ambiente. A pesar de los beneficios económicos a corto plazo para algunas empresas y individuos, es claro que la explotación de recursos naturales no es una opción sostenible a largo plazo. Los daños ambientales y la contaminación del agua subterránea son solo algunos de los muchos problemas que se generan como consecuencia del fracking. Además, el aumento en la emisión de gases invernadero y el riesgo de terremotos también son graves preocupaciones para la sociedad. Es hora de reconsiderar nuestras prioridades y buscar soluciones más sostenibles y responsables para nuestro futuro.